- Desconectamos el equipo de toda corriente eléctrica para evitar alguna descarga.
- Desconectamos los cables periféricos que se encuentren conectados hacia el equipo.
- Con ayuda de un desarmador quitamos todos los tornillos que se encuentren para poder retirar la carcasa, estos tornillos los colocaremos en un recipiente (ordenador) para saber donde colocarlos después.
- En este punto es de vital importancia el uso de la pulsera anti-estática ya que una posible descarga puede dañar los circuitos electrónicos, que son los componentes principales de la tarjeta madre.
- Retira el disipador de calor de la parte superior del procesador y vuelve a colocarlo. Suelta el procesador de la placa base. Comprueba la existencia de daños, tales como material quemado, lo que significaría que el procesador ha fallado.
- Comprueba que todos los cables de alimentación dentro de la computadora estén conectados y que todos los cables de los componentes también lo estén. Vuelve a colocar la memoria desenganchándola y enganchándola de nuevo.
- Vuelve a colocar el procesador y el disipador de calor y conecta el equipo. Si el problema persiste, continúa con la siguiente sección.
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